Aunque la palabra Sensei es un término relacionado principalmente con las artes marciales, en Japón tiene aplicaciones en otros muchos ámbitos. Sensei (先生) está formada por dos kanji claves para entender el concepto. Sen (先) es un kanji que puede traducirse cono «antes» y sei (生) es un kanji que individualmente significa «nacer». Esta suma permite interpretar el término como «el que ha nacido antes», es decir, el que tiene más conocimiento por haber recorrido más camino. Tradicionalmente en Japón, se denomina así a los maestros, porque la única diferencia con respecto a los alumnos es que han nacido antes y, por tanto, poseen conocimiento y experiencia para enseñar.
Existe una diferencia notable entre el concepto de sensei en artes marciales y el de entrenador que conocemos en el mundo occidental. Un sensei, por norma general, dominará la disciplina que imparte y lo que enseña, ya que su práctica y experiencia es más avanzada que la de sus alumnos. El sensei encarnará el arte marcial, mientras que un entrenador puede enseñar cómo hacer algo, sin ser capaz de hacerlo por sí mismo. El deporte es un concepto occidental, con su máximo exponente en los Juegos Olímpicos, y, aunque existen deportes basados en artes marciales, los sistemas de enseñanza de uno y otro tienen orígenes históricos y objetivos diferentes. Las artes marciales cuentan con una carga cultural muy importante, incluyendo tradiciones y herencias de varios países.
Una de las funciones más importantes del sensei consistirá en crear situaciones donde los estudiantes lleguen a la comprensión de la disciplina a través de su propia experiencia, usando metodologías más similares a la enseñanza oriental, como los katas. Además, un buen sensei trascenderá la propia técnica, que es lo primordial a lo que atenderá un entrenador. El papel del maestro de artes marciales puede incluir el control del ego, así como la aplicación de conceptos filosóficos a la práctica del arte marcial. El perfecto control de una técnica puede ser influido por otros factores como el ánimo y el entorno, por lo que el sensei debe enseñar a controlar todos estos aspectos y no el puramente técnico.
Parte importante del aprendizaje con ayuda de un sensei por parte del alumno, es confiar en que el maestro sabe qué se debe hacer para comprender lo importante de la práctica, sin palabras ni explicaciones, lo que puede crear un intenso vínculo entre alumno y maestro. Esto puede ser problemático en ciertas circunstancias, sobre todo, en ocasiones en las que se idealiza tanto la figura del sensei, que no tiene por qué ser real en todos los casos, pudiendo llegar a situaciones de críticas o abusos. En estos casos, el alumno tiene un papel vital y es elegir adecuadamente a su sensei y reflexionar sobre sus métodos, para evitar que una exaltación a su sensei pueda conllevar una obediencia excesiva que un instructor sin escrúpulos pueda aprovechar.
En nuestro contexto, el Aikido Shodokan, al ser un arte marcial con un enfoque parcialmente deportivo y con una competición reglada, puede llegar a ser difícil separar claramente el papel del sensei con respecto al de un entrenador, ya que la práctica deportiva puede requerir la organización de entrenamientos que no conlleven importantes conceptos que no sean puramente técnicos. Sin embargo, es necesario no perder de vista la función real de un sensei en el contexto del dojo y sus alumnos, inculcando valor a la práctica diaria.
Cook, H. (2014). The Sensei. Dragon Times The voice of traditional karate, vol 15.
Cynarski, W.J. (2020). Coach or sensei? His group relations in the context of tradition. Physical Culture and Sport. Studies and Research, vol 88, pp 41-48.