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Desequilibrio

El principio del desequilibrio (崩し, Kuzushi) desde el punto de vista del atacante consiste en crear la oportunidad de aplicar una técnica aprovechando la postura desestabilizada del adversario. Esto requiere la aplicación de los principios de la postura natural y de la no resistencia, por lo que podemos ver estos principios estrechamente relacionado.

Antes de poder realizar una técnica con éxito, se ha de estar posicionado donde el oponente se encuentre desequilibrado o esté momentáneamente inmóvil. Existen dos formas de conseguirlo:

  • Romper su equilibrio cuando el adversario se mueve.
  • Aprovechar su inmovilidad en el instante en el que comienza o termina un movimiento.
Koshiyama Cup 2018 – Manuel Tapia-Sensei y Julián Ortiz-SenpaiGoshin no kata

En el primer caso, cuando una persona se mueve, aparece la oportunidad de desequilibrarlo, particularmente cuando ataca, ya que se aplica fuerza y puede hacerlo vulnerable. Si se tracciona cuando el oponente empuja (o se empuja cuando él tracciona), probablemente pierda el equilibrio. En el mismo momento, se debe mantener completamente el control del cuerpo y toda la potencia, mientras el oponente está en una situación de debilidad y su potencia se encuentra momentáneamente reducida.

En el segundo caso, cuando una persona comienza un movimiento o justo lo termina, hay una fracción de segundo en la cual se encuentra inmóvil, dejándolo en una posición vulnerable incluso si se encuentra equilibrado. Esta inmovilidad también ocurre cuando, el que está en proceso de desequilibrio, reacciona de forma natural para recuperar el equilibrio y aumenta su tensión corporal, o cuando una persona se sorprende ante un movimiento inesperado.

No solo es una dificultad física para cualquiera aplicar una técnica mientras se está desequilibrado, sino que también existe una tendencia a perder la concentración. Por otro lado, mantener la postura, la movilidad y la tranquilidad en estas situaciones, aumenta la oportunidad de aplicar una técnica.

Desequilibrar a un oponente hará siempre, a través de esfuerzo, más eficiente la técnica, independientemente del tamaño y la fuerza física del oponente. Ambas oportunidades de romper el equilibrio requieren un correcto y sintonizado sentido del timing de anticipación o lectura de sus movimientos. Con un timing pobre, en el mejor de los casos, la técnica resultará ineficiente y, en el peor, resultará sufrir un lanzamiento o una estocada.

Nariyama, T. (2010), Basics. Aikido Randori (p. 5). Osaka: Shodokan.